Las convocatorias de las plataformas contra la Fracturación Hidráulica
y contra el Cementerio Nuclear han coincidido este fin de semana. Amarillo sobre negro, jugando con los colores
de los residuos peligrosos, los lemas de los más de 1000 participantes de la
manifestación en Albacete capital contra el Fracking y de los 500 de la marcha contra
el ATC a Villar de Cañas pidieron un futuro sin los peligros que ambas amenazas
representan para la salud, la seguridad y el medio ambiente. El futuro de ambas
mareas puede pasar por aunar esfuerzos en una alianza por un nuevo modelo
energético.
Los convocantes de la
Manifestación Anti-Fracking dieron muestras de satisfacción por el éxito de la
convocatoria y aseguraron que la ciudadanía tiene en su mano convencer a sus
representantes y a las propias empresas del error que supone apostar por la
Fracturación Hidráulica. La lucha de las plataformas contra el Fracking no ha
hecho más que dar sus primeros pasos, pero el rechazo unánime que la amenaza ha
producido en los municipios afectados hace pensar que seguirán contando con el
apoyo mayoritario de la ciudadanía.
Tras más de 3 años de lucha, el
movimiento contra la instalación del Cementerio Nuclear sigue teniendo
un fuerte nivel de convocatoria y las organizaciones y personas que la integran
siguen confiando en paralizar un proceso que consideran viciado y completamente
irregular. Según los representantes de la Plataforma contra el ATC, este no es
la respuesta para el problema de la gestión de los residuos nucleares, además, para
cuando el silo terminara de construirse, las centrales tendrían que haber dado
ya respuesta a buena parte de sus residuos mediante almacenes individuales. La
única razón aparente del Cementerio Nuclear en este escenario será alargar la
vida de las centrales mucho más allá de su margen de seguridad, lo que
convertirá estas centrales viejas e inseguras en verdaderas bombas nucleares de
relojerías diseminadas por todo el país. La reciente petición de prórroga para
la central de Garoña parece dar argumentos a esta sospecha.
Las plataformas contra la
Fracturación Hidráulica y el Cementerio Nuclear podrían estar afrontando ahora
un nuevo paso en su evolución, un paso que podría aportar nuevas fuerzas y atractivos
al movimiento. La sociedad verá con buenos ojos la apuesta por una alianza por
un nuevo modelo energético que aúne
esfuerzos y que además de las protestas, sume a las convocatorias propuestas por
un modelo sostenible y centrado en las energías renovables y en la gestión racional
y responsable de los recursos naturales.
Por: Víctor García de Lucas