
'Tierra
prometida' es la historia de Steve Butler, un joven comercial de éxito de una
empresa de gas natural. Junto a su compañera, llegan a un pequeño pueblo de la
América profunda con el objetivo de convencer a sus habitantes de los
magníficos cambios que tendrá para sus vidas el que concedan a su empresa el
correspondiente permiso de perforación en sus granjas. Los ciudadanos viven
angustiados por los problemas económicos y esta concesión sería la solución. En la
reunión del municipio todos parecen estar de acuerdo para entregar sus tierras
a “La Global”, todos menos un viejo profesor de instituto que será quien
cuestione los beneficios del sistema de la fractura hidráulica.
La
película se presentó en el último festival de Berlín y las críticas
especializadas han sido aceptables, sirva como ejemplo esta “Es una película
bien escrita, rodada e interpretada, a la que lastra un desenlace difícil de
creer, mas cercano a la utopía que a la realidad.” A aquellos que no somos expertos y que
hemos ido a verla, por tratarse de lo que se trataba, nos parece atractiva y sobre todo muy aprovechable para
fomentar el debate acerca del uso de esa técnica tan dañina para el medio
ambiente. Tal vez adolezca de un mayor contenido informativo pero es el
pretexto perfecto para profundizar en ello, particularmente en los pueblos de
la provincia que se están organizando en plataformas ciudadanas
reivindicativas.
Todos los asuntos que rodean la
práctica del fracking quedan planteados: el ocultamiento de los peligros, los
engaños, la manipulación, el soborno, la desprotección del ciudadano ante las
grandes empresas. Cualquier medio es bueno para denunciar un problema que, con
el consentimiento de los gobiernos estatales y autonómicos, está afectando a
muchos municipios del país. Más de un centenar de ellos ya se han declarado
“Libres de Fracking” y países como Francia, Austria y la República Checa
han decidido dar marcha atrás en el uso de esta técnica.
La provincia de Albacete no es
Estados Unidos pero podríamos ver nuestros pueblos reflejados en muchas de las
escenas de la película.
Es preciso que sus habitantes reflexionen sobre porqué hay
que poner en peligro los territorios para buscar fuentes de energía que se
pueden obtener de forma menos dañina en el sol o el viento.
Por: Maria Dolores del Olmo