En Portada


El actual desmantelamiento de la red natural de Castilla-La Mancha no responde a necesidades económicas ni a una mejor gestión. Nuestros espacios y recursos naturales se quedan desprotegidos, una serie de grupos de presión sacan partido de las actuales circunstancias para apropiarse de los beneficios de la explotación insostenible de los mismos, mientras, la administración responde con la inacción o incluso con su beneplácito. La ciudadanía no puede ser ajena y debe plantearse si el modelo actual de depredación de recursos es el más adecuado para afrontar nuestros retos de futuro. 



La concesión de la gestión de los servicios de agua municipal puede parecer una atractiva forma de ahorrar costes a un ayuntamiento, pero esconde peligrosas consecuencias para la calidad del servicio en el medio y largo plazo.